Quantic love, de Sonia Fernández-Vidal

· Título: Quantic love
· Saga: libro independiente
· Autor: Sonia Fernández-Vidal
· Editorial: La Galera
· Fecha de publicación: enero de 2012
· Páginas: 239
· Páginas web de interés:

• página web de Quantic love
• canción de Quantic love, compuesta por Nikosia

· Sinopsis:

En el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, entre experimentos de viajes en el tiempo y de teletransportación, entre partículas que superan la velocidad de la luz y otras que revelan el origen del Universo, la joven Laila se enfrenta al mayor misterio que existe: cómo decidir entre dos amores. Por un lado, Alessio, un atractivo periodista; y, por otro, Brian, un cerebral científico que oculta un gran secreto.

 
· Reseña:

Laila es una joven sevillana que viaja a Ginebra para pasar el verano antes de comenzar sus estudios en la universidad trabajando como camarera en el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear). Allí tendrá que aprender a desenvolverse en un ambiente puramente científico; también tendrá que aprender a lidiar con su compañera de habitación, una atractiva y alocada cerebrito; e incluso deberá aprender a resolver la difícil ecuación del amor.

Os voy a explicar el principal problema que he encontrado en el libro: su protagonista, Laila. Al principio Laila es el prototipo de protagonista un tanto sosilla y torpe pero que, bueno, pasa. Sin embargo, conforme avanzaban las páginas no pude evitar sentir más y más antipatía por ella. Se pasa todo el libro mirándose el ombligo, lamentando sus propios problemas y contradiciéndose a sí misma ahora sí, ahora también. ¡PUF! Creo que se equivoca en prácticamente todas las decisiones que toma; y oye, todos nos equivocamos, y eso no sería ningún problema si aprendiera de los errores e intentara solucionarlos, pero Laila no, ella se tumbará en la cama y lamentará su mala suerte en lugar de intentar resolverlo. No podía evitar tener la sensación de que parecía mucho más infantil de lo que se supone que debería ser.

Los demás personajes son bastante típicos: tenemos a Alessio, un periodista chulo y ligón; Angie, la alocada compañera de habitación; y Brian, un brillante y reservado científico que despertará la atención de Laila. Aunque inicialmente me ponía de los nervios, al final me ha gustado bastante el personaje de Angie. ¡No os dejéis llevar por las primeras impresiones! Y Brian, a pesar de reunir un cúmulo de tópicos sobre los científicos (ultra inteligente, reservado, ¡con gafas!, etc.), me ha parecido monísimo.

La trama es muy sencilla y predecible, con algunos enredos amorosos que me han llegado a exasperar debido a la actitud de Laila (como veis, volvemos al problema inicial). Por cierto, hay algo en la resolución del libro que no me ha convencido. SPOILER Eso de que Brian se quiera ir a trabajar a Japón para ‘curarse’ (misma palabra que usa él) del amor que siente por Laila… ¿Perdona? Y que al final se quede por ella. ¿Hola? No creo que decisiones como mudarse a la otra punta del mundo se tomen tan a la ligera. Es un pequeño detalle que me ha parecido un poco absurdo. /SPOILER.

Ahora que ya os he comentado el punto flaco de este libro (Laila y lo típicos que podrían resultar los personajes), os explicaré por qué deberíais leerlo: Sonia Fernández-Vidal despertará vuestro amor por las ciencias. Quantic love está plagado de curiosidades y anécdotas sobre el mundo científico; lejos de hacerse pesado, esto supone un plus la mar de interesante. Eso sí, debo decir que en algunos momentos las explicaciones me han parecido añadidas con calzador. Aparte de esos datos científicos, Quantic love tiene lugar en el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, un espacio que me ha parecido apasionante y que tras haber leído el libro no puedo sino desear visitar.

Siempre me han gustado las ciencias y, gracias a Sonia Fernández-Vidal, mi yo-científico ha vuelto a despertar. Y yo me quedo con eso, con el amor por la ciencia que transmite la autora, un amor tal que despierta la curiosidad del lector para seguir investigando por su cuenta.

En definitiva, es una lástima que no haya hecho migas con la protagonista, porque sé que de otro modo habría disfrutado muchísimo más la historia. No es un mal libro si lo que buscas es una lectura muy ligera con la que desconectar un rato y aprender algunas curiosidades sobre el mundo científico. Porque, tal y como he dicho antes, yo me quedo con eso: con el amor por la ciencia que transmite cada página y cada palabra de Quantic love. Y no olvidéis echarle un vistazo a su banda sonora –compuesta por Nikosia–, ¡es una preciosidad! (♥)

· con la colaboración de La Galera ·