Las ranas también se enamoran, de Megan Maxwell

· Título: Las ranas también se enamoran
· Saga: libro único
· Autor: Megan Maxwell
· Editorial: Editorial Versátil
· Fecha de publicación: septiembre 2011
· Páginas: 380
· Páginas web de interés:

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· Sinopsis:

Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como diseña y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. ¿Qué será Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?

 
· Reseña:

El género chick lit no es para mí, por mucho que lo intente. Las ranas también se enamoran está cosechando muy buenas críticas, y no voy a decir que sean inmerecidas, ni mucho menos, pero no puedo ser partícipe de ellas.

Marta es una mujer de barrio, treintañera y con una hija en plena edad del pavo; y trabaja en la tienda de ropa sevillana de Lola Herrera. Apenas ha salido de una relación con un hombre que la ha dejado por el arrastre, cuando Philip Martínez entra en su vida. Philip es un guiri descolorio, vamos, todo lo contrario a lo que le gusta a la sevillana. Pero ya sabéis lo que pasa: los polos opuestos se atraen y entre Marta y Philip saltarán chispas.

Debo reconocer que es una historia fresca y chispeante, que a simple vista tiene todos los ingredientes para hacer disfrutar al lector: personajes con carácter, un protagonista masculino de coge pan y moja y remoja, y unos secundarios con la misión de arrancar carcajadas (y que en más de una ocasión lo conseguirán).

Sin embargo, por alguna razón no he acabado de empatizar con lo que se me contaba. Me ha gustado el personaje de Marta, su historia y sus circunstancias; pero el resto de personajes me han parecido bastante típicos. Philip es el típico personaje masculino de la Romántica Adulta aunque en versión extranjera, lo que le confiere un puntito de lo más curioso; Vanesa es la hija en ocasiones agilipollada a la que, en más de una ocasión, habría zarandeado a ver si así se le pasaba la tontería; Patricia es la típica mejor amiga fiestera alérgica a las relaciones serias; y Adrián es el típico amigo gay súper locaza. Patricia y Adrián se encargan de aportarle el punto cómico a la historia, pero salvo alguna que otra excepción, no puedo decir que me haya reído a carcajada limpia. Qué queréis que os diga, tendré un sentido del humor raro…

A pesar de no conectar con la historia y los personajes, la historia se lee de manera ágil y no se hace pesada. Quizá no he acertado con el género, pero lo cierto es que Megan Maxwell no me ha decepcionado. Volveré a leer algo suyo, aunque la próxima vez no escogeré un chick lit.