Amante oscuro, de J. R. Ward

· Título: Amante oscuro
· Título original: Dark lover
· Saga: La Hermandad de la Daga negra

1. Amante  oscuro
2. Amante eterno
3. Amante despierto
4. Amante confeso
5. Amante desatado
6. Amante consagrado
7. Amante vengado
8. Amante mío
9. La guía secreta de la Hermandad de la Daga Negra (libro independiente)

· Autor: J. R. Ward
· Traductor: Arturo Castro Mogrovejo
· Editorial: Manderley
· Fecha de publicación: abril del 2007
· Páginas: 436
· Páginas web de interés:

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· Sinopsis:

En las sombras de la noche, en Caldwell (Nueva York), se desarrolla una sorda y cruel guerra entre los vampiros y sus verdugos. Y existe una hermandad secreta de seis vampiros guerreros, los defensores de toda su raza. Ninguno de ellos desea aniquilar a sus enemigos con tanta ansia como Wrath, el campeón de la Hermandad de la Daga Negra...
Wrath, el vampiro de raza más pura de los que aún pueblan la tierra, tiene una deuda pendiente con los que, hace siglos, mataron a sus padres. Cuando cae muerto uno de sus más fieles guerreros, dejando huérfana a una muchacha mestiza, ignorante de su herencia y su destino, no le queda más remedio que arrastrar a la bella joven al mundo de los no-muertos.
Traicionada por la debilidad de su cuerpo, Beth Randall se ve impotente para resistir los avances de ese desconocido, increíblemente atractivo, que la visita cada noche, envuelto en las sombras. Sus historias sobre la Hermandad la aterran y la fascinan... y su simple roce hace que salte la chispa de un fuego que puede acabar consumiéndoles a los dos.

· Reseña:


Beth Randall es una joven de 25 años atractiva que trabaja como periodista en un diario de poca reputación. No tiene familia conocida y siente que su vida avanza entre la monotonía y la desmotivación. Poco podría imaginar que su padre es un vampiro y que, ante la repentina muerte de éste, un misterioso hombre aparecerá para alterar permanentemente su vida y sus hormonas. Tampoco Wrath, el vampiro de raza más pura, puede imaginar que esta medio humana le hará despertar emociones y sensaciones totalmente ajenas a él hasta el momento.

Bienvenido al maravilloso mundo de los celos –pensó—. Por el precio de su entrada, obtiene un maldito dolor de cabeza, un deseo casi irresistible de cometer un homicidio y un complejo de inferioridad.
¡Viva!

Amante oscuro es el primer libro de la saga La Hermandad de la Daga Negra y, como tal, es un libro muy introductorio. J. R. Ward nos presenta un mundo vampírico original, diferente al que estamos acostumbrados: los vampiros están en guerra con los restrictores, humanos sin alma al servicio del Omega, y, con el fin de exterminarlos, se ha creado la Hermandad de la Daga Negra. Los miembros de la Hermandad son vampiros expresamente entrenados para defender la raza vampírica, por lo que nos encontraremos con un grupo de guerreros enormes, fuertes y terriblemente atractivos. Si no que se lo pregunten a Beth Randall, que perderá la cabeza (el hipo y las braguitas) al encontrarse cara a cara con el imponente Wrath.

La autora ha hecho un gran trabajo con los personajes. En primer lugar nos encontramos a Beth, al principio del libro se nos muestra como una joven inteligente que sabe cuidar de si misma, pero a la que la vida se le escapa atrapada en la monotonía. Poco a poco, y gracias a Wrath, veremos cómo se adentra e intenta adaptarse al mundo de la Hermandad y los vampiros.

Por otro lado tenemos a Wrath, un hombre imponente, misterioso, atormentado por el pasado y de pocos amigos que, para más inri, tiene un nombre que le confiere aún más la imagen de hombre de las cavernas. Tsk. Aún así, conforme avance la lectura descubriremos que también tiene su corazoncito.

Además de los dos protagonistas, J. R. Ward nos regala unos secundarios de lo más interesantes y que aportarán mucho jugo a la historia, a destacar el resto de miembros de la Hermandad, el policía Brian O’Neal (Butch) y algún que otro vampiro como Marissa o Havers. Se nos introducirá a la historia personal de cada uno de los miembros de la Hermandad, sólo un poco, intuimos sus fantasmas y sus misterios, pero para conocerlos más a fondo tendremos que adentrarnos a las páginas del resto de libros de la saga. J. R. Ward se ha encargado de dejar caer de manera calculada nuevos frentes que despertarán e inducirán al lector a seguir leyendo la saga.

El libro podemos dividirlo en dos sub-tramas que la autora ha unido magistralmente. Por un lado tenemos la historia romántica, que goza de gran importancia dentro del libro. El romance entre los protagonistas es sencillo pero muy bonito, y regalará escenas tanto dulces como de lo más picantes. Quedáis avisados.

Por otro lado, tenemos la historia que recoge la lucha entre el bando de los vampiros y la Sociedad Restrictiva. He de valorar muy positivamente que, a pesar de tratarse de una novela de romance paranormal, no por ello la autora ha descuidado la historia que concierne a dicha batalla. Más bien todo lo contrario. Las escenas de acción e intriga están muy bien construidas y, a pesar de que los fragmentos narrados por los restrictores pueden hacerse un poco pesados, a la vez ayudan al lector a conocer el bando enemigo de la historia.

Amante oscuro está narrado en primera persona des del punto de vista de varios personajes, del modo que nos permite ahondar en sus personalidades y conocerles mejor. El ritmo está bien llevado, sin llegar a hacerse pesado en ningún momento. Esto es, en parte, gracias a la fluidez de la escritura de J. R. Ward y su habilidad para describir con detalle todo (absolutamente to-do, no se si nos entendemos *EJEM*) tipo de situaciones.

En resumen, Amante oscuro es un muy buen libro de una saga que promete mucho. Con una trama de acción bien llevada, un bonito aunque sencillo romance y unos cabos sueltos hábilmente dejados por la autora que harán que el lector quiera indagar en Amante eterno, el segundo libro de La Hermandad de la Daga Negra.

—¿Wrath? Repite conmigo: <<Sí, Beth, entiendo, y confío en la honestidad de tus sentimientos hacia mí>>. —Le sacudió el cuello de nuevo—. Digámoslo juntos. —Otra pausa—. Ahora, no después.
—Sí —dijo, rechinando los dientes.
Dios, si apretara un poco más los labios, le romperían los dientes delanteros.
— ¿Sí, qué?
—Sí, Beth.
—<<Confío en la honestidad de tus sentimientos>>. Vamos. Dilo.
Él gruñó las palabras.
—Bien hecho.
—Eres dura, ¿lo sabías?
—Más me vale si voy a quedarme contigo.