RESEÑA. Anissa B. Damom: Éxodo

· Título: Éxodo
· Título original: Éxodo
· Saga: (trilogía)

• Éxodo (noviembre 2009)
• ¿?
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· Autor: Anissa B. Damom
· Editorial: Ediciones Ámbar
· Fecha de publicación: Noviembre 2009
· Páginas: 454
· Páginas web de interés:

• página web de la autora, Anissa B. Damom
• foro oficial de la trilogía

· Sinopsis: [contraportada] Voy a darte los tres consejos que a mi no me dieron.

Este es el primero:
”Olvida todo lo que te han contado: los vampiros no existen, los lobos son solo animales y los magos, las hadas y los duendes se encuentran encerrados en grandes tomos de hojas desgastadas”.

Quiero mostrarte la otra cara del mundo. Un lugar donde el peligro se enmarca en perfectos rostros de porcelana perlada, el amor es como una bestia salvaje sedienta de sangre que acecha y te arranca el corazón mientras estás dormido y la felicidad… la felicidad es un delito que se paga muy caro.



· Reseña:




Había leído muy buenas críticas sobre el libro, sin embargo, siento tener que decir que mi opinión se aleja un poquito de la de la mayoría. Éxodo no me ha desagradado, pero tras haberlo leído me he quedado con la sensación de que podría haber sido mucho más de lo que finalmente es.

Anissa B. Damom parte de una idea bastante original. En Éxodo no encontraréis ni vampiros, ni hombres lobo ni ángeles (caídos o no); la autora ha creado unos nuevos seres que dan mucho juego a la historia. Pero YA. Dejando esto de lado, la trama es bastante sencilla y lineal; y a pesar de que la autora tiene una habilidad asombrosa para narrar los momentos de tensión y darle ese toque oscuro que tanto me gusta; finalmente, y muy a mi pesar, estos momentos se pueden contar con los dedos de una mano y, conforme avanzan las páginas, esa trama va perdiendo fuerza a favor de la historia romántica. Y no me malinterpretéis, soy romántica hasta la médula y me he derretido con algunas de las frases de Christian, pero sí que hubiese preferido un poco menos de azúcar y más acción; y es que cuando ha habido acción, Anissa ha conseguido que me olvidase de todo y no pudiese levantar la mirada del libro.

Otro aspecto que le resta puntos a la historia es su protagonista. Lena es el claro ejemplo de protagonista pedante y sumisa. Gran parte del libro se lo pasa llorando sus penas (que no son pocas, la verdad) y divagando entre inseguridades, y cuando finalmente se decide a pasar a la acción… bueno, por algún motivo u otro, su momento de lucidez acaba tan rápido como llegó. A pesar de ello, debo decir en su defensa que tampoco es que los demás le dejen demasiado margen de acción, por no decir ninguno.

Por otro lado tenemos a Christian Dubois, el chico malo por naturaleza que, sin embargo, se va ablandando conforme avanza su relación con Lena. La relación entre ellos empieza de un modo un tanto surrealista y cae en muchos tópicos de la romántica paranormal: el te-quiero-pero-no-debo, el deberías alejarte de mí porque soy malo…

Dejando de lado a los protagonistas, debo reconocer que he echado de menos una mayor importancia en cuanto a los secundarios, sobre todo de Oh-My-Liam y la alocada de Lisange. Espero tener la oportunidad de conocerlos más a fondo en las próximas entregas.

Como ya he dicho, la trama me ha parecido bastante lineal, y justo cuando llega la acción y la historia empieza a engancharme… se me acaban las páginas y llego al final. El desenlace es claramente abierto y, aunque un poco brusco, deja al lector con ganas de más y con mucha curiosidad por la continuación.

Como conclusión diré que, a pesar de que me ha desilusionado bastante, le daré una oportunidad a la segunda parte porque el final me ha dejado intrigada y porque creo que Anissa B. Damom tiene una buena historia base de la que puede salir una interesante continuación.

—¿A dónde me llevas?
—A casa.
—¡No quiero regresar a esa casa!
—Me da lo mismo.
—¡Te odio!
—Enhorabuena —contestó. Su tono sarcástico me exasperaba.
Resoplé. No tenía fuerzas ni para discutir con él. Me crucé de brazos como una niña enfurruñada.
—¿Quién te crees que eres? ¿Mi salvador?
—No —su sola mirada hizo que enmudeciera—, todo lo contrario.