13 septiembre 2018

Heathers: el musical. How very


Si hay algo que siempre me ha fascinado y atraído son los musicales y el teatro musical. Y, de hecho, este es uno de los motivos por los cuales me gusta tanto el canal de YouTube de Carrie Hope Fletcher, una actriz y cantante británica que muestra a través de sus vídeos su día a día entre bambalinas. Durante tres años hizo de Eponine en Los Miserables (papel en el que tuve la fortuna de verla) y, posteriormente, ha pasado también por La guerra de los mundos, Chitty Chitty Bang Bang y La familia Addams

Hace unos meses anunció su nuevo trabajo: interpretaría a Veronica Sawyer en la nueva producción de Heathers. Confieso que por aquel entonces yo no conocía este musical ni de dónde surgía. Por curiosidad busqué algunas canciones y me enganché a Dead Girl Walking, luego a Candy Store, Freeze Your Brain, Beautiful, Meant To Be Yours, etc. Y finalmente llegué a la película que lo originó todo. 

¿Me permitís que os cuente muy brevemente la historia? (Si ya la conocéis podéis saltar hacia más adelante para leer mi opinión sobre el musical.) (Si queréis, claro.)



Heathers es una película que se estrenó a finales de los ochenta y que está protagonizada por Winona Ryder y Christian Slater. Veronica Sawyer (Winona Ryder) es una adolescente que se codea con el trío de chicas más popular del instituto, las cuales además comparten el mismo nombre de pila: Heather Chandler (Kim Walker), Heather Duke (Shannen Doherty) y Heather McNamara (Lisanne Falk). La llegada de un nuevo estudiante, JD (Christian Slater), será el detonante de una serie de sucesos que trastocarán la vida de los estudiantes del Instituto Westerberg. 

Una vez vista la película, entendí rápidamente de dónde surgió la idea de futuras producciones como Chicas malas. Aún así, aunque en un comienzo Heathers (2004) se plantea como una comedia de instituto más, pronto se vuelve mucho más oscura y salvaje cuando algunos estudiantes empiezan a aparecer muertos. 

En 2010 Andy Fickman convirtió la película en una obra de teatro musical. Se hicieron varios workshops en Los Angeles e incluso tres conciertos en Nueva York. En 2014 el musical fue llevado a Off Broadway, donde lideraron la producción Barret Wilbert Weed (Veronica Sawyer), Ryan McCartan (JD), la maravillosísima Jessica Keenan Wynn (Heather Chandler), Alice Lee (Heather Chandler) y Elle McLemore (Heather McNamara). Fue precisamente con el reparto de esta producción con el que se grabó la banda sonora que hay hoy disponible. 


Este mes de abril se anunció que el musical llegaría a Londres, con un nuevo reparto e incluso algunas canciones nuevas. Esta nueva producción ha tenido tanto éxito que, a pesar de que en un comienzo solo iba a estar ocho semanas en el teatro The Other Palace, finalmente en septiembre fue  transferido al West End, donde estará doce semanas más. 

Como comentaba al comienzo de esta entrada, yo conocí el musical en abril, cuando se hizo público que Carrie Hope Fletcher participaría en esta producción y me enamoré inmediatamente de la banda sonora. O, siendo honesta con vosotros y conmigo misma, me obsesioné. Empecé a tantear a mi novio y a proponerle una escapada a Londres, a sabiendas de que tenía muy pocas (por no decir nulas) probabilidades de conseguirlo porque este año también nos esperaba una importante mudanza. En definitiva, era el peor momento posible. Aún no sé cómo lo hice, pero al final lo convencí y el domingo 10 de junio compré las entradas. A mi pobre novio no le gustan demasiado los musicales, así que os podéis imaginar lo pesada que debí de ser. 

Tras cuatro meses en los que prácticamente solo escuché la banda sonora del musical, vi todos los vídeos (profesionales y amateurs) y covers relacionados con la obra que hay disponibles en YouTube, el viernes 3 de agosto nos fuimos mi novio y yo a Londres. Veríamos el musical el día siguiente, el sábado 4 de agosto, que además era la última función de la producción en el teatro The Other Palace antes de transferirse al Theatre Royal Haymarket en septiembre. 

Sabía que la obra me iba a gustar, pero esta producción de Heathers resultó ser todo lo que podría haber soñado y más, mucho más. Por supuesto, la historia ya la conocía, y uno de los aspectos que más me gusta de esta obra es cómo el tono se va oscureciendo y volviendo más salvaje, sin perder en ningún momento el humor. 

Creedme si os digo que no podrían haber encontrado un reparto más acertado. A riesgo de sonar como una fangirl, Carrie Hope Fletcher me parece una brillante cantante y actriz que bordó el papel —nada fácil, por cierto— de Veronica. Sin embargo, salí igual de enamorada de sus compañeros de reparto y elenco. Me sorprendió muchísimo Jamie Muscato y cómo progresivamente iba dejando entrever el lado más oscuro de JD. Jodie Steele le otorgó muchísima personalidad al personaje de Heather Chandler, me gustó mucho el toque de humor que le da a esta «mythic bitch». No podría estar más contenta también con el trabajo de T'Shan Williams y Sophie Isaacs como Heather Duke y Heather McNamara. Me sorprendió especialmente esta última, y cómo transmitió la dulzura y el humor en su papel. Aún se me encoge el corazón cuando recuerdo la estremecedora interpretación de Kindergarten Boyfriend de Jenny O'Leary (Martha). Y, finalmente, no podría olvidarme de Dominic Andersen y Chris Chung como Ram y Kurt: la química y la compenetración que tienen estos dos actores es sencillamente hilarante (fan absoluta de #Kram, vaya). 

Como imaginaréis, fue un verdadero sueño poder escuchar en directo esas canciones que tantas semanas llevaban acompañándome en mi día a día. Me emocioné cuando empezaron a sonar las primeras notas de Beautiful y cuando las tres Heathers hicieron su primera aparición rompí a llorar de manera desconsolada. ¿Y lo emocionante que fue la primera aparición de Carrie con su chaqueta azul ante el vitorío de todo el público? Es que madre mía. Candy Store fue sencillamente épica y no tengo palabras para lo que supuso Dead Girl Walking (ya me gustaría, pero de verdad que me dejó muda). 

Querría dedicar unas líneas a las canciones nuevas, porque, es que a ver, ¿cómo son tan buenas? Aunque para mí hay una que sobresale y es Never Shut Up Again: por fin Heather Duke tiene su canción, y menuda canción y menuda ella. Lamentablemente no puedo contar nada sin desvelar elementos importantes de la obra, pero en esta canción hay un giro que no me esperaba y que casi consiguió que me cayera de la silla.

Hay un elemento del que aún no he hablado y que, sin embargo, es muy característico de este musical. Si por lo general cuando vas al teatro el público es siempre pasivo (observa en silencio), digamos que Heathers se asemeja más a un concierto de rock. El público anima, aplaude y vitorea; es un personaje más. Y es maravilloso, crea una atmósfera vibrante y entusiasta. 

No solo eso, sino que, además, y debido al fenómeno que rodea este musical, es muy frecuente que los asistentes vayan disfrazados como los personajes o vestidos con los colores representativos de este musical: el rojo (de Heather Chandler), el verde (Heather Duke), el amarillo (Heather McNamara) y el azul (Veronica). Una servidora se animó a ir con un coletero azul: mucho más sutil, pero me sentí igualmente integrada. Je. 

En definitiva, poder ver Heathers en directo fue un sueño hecho realidad. Me dejó una fuerte resaca, pero eso solo es señal de lo maravillosa que fue la experiencia. No canviaría nada de esa noche. 

¿Vosotros conocíais el musical o la película?


P. D: Este 2018 se ha estrenado en HBO Heathers, una serie basada en la película. Decidí verla en plena resaca del musical, así que quizá algún día decida hacer una entrada sobre ella. 

23 enero 2018

Esto es lo que he leído en 2017 (parte 1)

A mediados de 2017 entré en Goodreads y casi me caí de culo cuando vi que hasta esa fecha solo había leído por «placer» (entiéndase cosas fuera del trabajo) tres libros. Tres. Aunque, si os soy sincera, no es algo que me importe en exceso porque he tenido la fortuna de leer cosas maravillosas para la editorial en la que trabajo. Y además los tres libros que se habían cruzado en mi camino habían sido maravillosos.

El año acabó sin que finalizara muchos más libros. Es bastante probable que 2017 sea el año que menos he leído de mi vida, y lo cierto es que a veces lo echo mucho de menos. Sin embargo, estoy muy contenta con las obras que tuve la oportunidad de leer. ¿Me permitís que os hable de ellas?



A G N E S  G R E Y,  
de  A N N E  B R O N T Ë

Anne era la pequeña de las hermanas Brontë, y la única que me faltaba por leer (de sus hermanas ya he tenido la ocasión de leer y maravillarme con Jane Eyre, de Charlotte Brontë; y Cumbres borrascosas, de Emily Brontë). Es quizá la menos conocida de las tres, autora de dos novelas: Agnes Grey y La inquilina de Wildfell Hall.

Cuando su padre cae enfermo y, a raíz de ello, su familia pasa por una grave crisis económica, la joven Agnes Grey decide buscar trabajo como institutriz, sin hacer caso de los intentos de su madre y su hermana por disuadirla. Lo que ella cree que será una labor sencilla y apacible, pronto se convertirá en un tormento cuando se vea humillada y maltratada por los niños a los cuales se supone que debe instruir.

Me resulta muy interesante que, como ya sucedió en Jane Eyre, la protagonista de esta historia también sea institutriz. Y, sin embargo, qué diferente es la realidad que nos muestra Anne en comparación a la de su hermana Charlotte. La pequeña de las Brontë plasma en esta obra el lado más feo y crudo del trabajo de la institutriz, y, teniendo en cuenta que ella misma trabajó como institutriz, no puedo evitar preguntarme cuánto habrá de autobiográfico en esta obra, si habrá algo de su experiencia entre esas páginas. 

Soy consciente de que las comparaciones son odiosas, pero debo reconocer que en la narración de Agnes Grey no he encontrado la misma fuerza arrolladora que en Jane Eyre o Cumbres borrascosas. Pero no querría que esto desmereciera la obra, pues lo cierto es que Agnes Grey es una maravillosa lectura y la pluma de la menor de las Brontë no tiene nada que envidiar a la de sus otras dos hermanas. De hecho, me he quedado con muchas ganas de leer su otra novela: La inquilina de Wildfell Hall

Así empieza la obra: 

Todas las historias verdaderas contienen una enseñanza aunque en ocasiones el tesoro sea difícil de encontrar y, una vez encontrado, resulte tan insignificante que el fruto seco y arrugado apenas compense el trabajo de romper la cáscara. Sea o no éste el caso de mi historia, no soy la persona más apropiada para juzgarlo. A veces creo que ésta podría ser de cierta utilidad para algunas personas, entretenida para otras, pero el mundo debe juzgarlo por sí mismo: protegida por mi propia oscuridad, por el paso de los años y por algunos nombres ficticios, me arriesgo sin miedo a exponer abiertamente ante el público lo que no me hubiese atrevido a revelar al amigo más intimo.


E L  C U E N T O  D E  L A  C R I A D A,  
de  M A R G A R E T  A T W O O D

Parece que últimamente todo el mundo habla de esta historia gracias al lanzamiento de la serie este mes de abril. Sin embargo, el libro fue publicado en la década de los ochenta y llegó a mis manos a comienzos de año cuando Xanetia me lo regaló en el Cuquiamigo invisible.

El cuento de la criada es una distopía totalitaria ambientada en unos Estados Unidos que han pasado a ser gobernados por un grupo de fundamentalistas religiosos cristianos y en los cuales las mujeres han perdido todos sus derechos. No solo eso, sino que con motivo de la creciente infertilidad entre la población, las mujeres son jerarquizadas según su capacidad para tener hijos o no. Aquellas que aún son fértiles, son asignadas a las familias más pudientes para que puedan darles hijos. Esa es su única meta y función en la vida.

Es un libro verdaderamente escalofriante, precisamente porque la sociedad que presenta Margaret Atwood en El cuento de la criada no es en absoluto descabellada. De hecho, es aterradoramente real. Más si pensamos que la autora ya denunciaba en los años ochenta una sociedad patriarcal que poco ha cambiado en los últimos treinta años; seguimos luchando por lo mismo.

A pesar de lo dura que es su lectura, no me canso de recomendar este libro. El cuento de la criada nos hará reflexionar y nos ayudará a abrir los ojos, ver que esa sociedad que Atwood plasma no está tan lejos de la nuestra. 

But remember that forgiveness too is a power. To beg for it is a power, and to withhold or bestow it is a power, perhaps the greatest.
Maybe none of this is about control. Maybe it isn't really about who can own whom, who can do what to whom and get away with it, even as far as death. Maybe it isn't about who can sit and who has to kneel or stand or lie down, legs spread open. Maybe it's about who can do what to whom and be forgiven for it. Never tell me it amounts to the same thing.

Tras leer esta obra, siento muchas ganas de seguir leyendo todo lo que ha publicado la autora. De momento, ya tengo en mis manos Alias Grace.



L A  A M I G A  E S T U P E N D A,  
de  E L E N A  F E R R A N T E


Llevaba mucho tiempo intrigada por esta «fiebre» que rodea a la misteriosa Elena Ferrante y a sus obras. Ahora que ya he leído uno de sus libros, puedo afirmar que lo entiendo perfectamente. 

La amiga estupenda es el primer libro de la tetralogía Dos amigas, que nos traslada al Nápoles de mediados del siglo XX y nos relata la peculiar amistad entre dos mujeres, Lila y Lenù, a lo largo de sus vidas. En este primer título, en concreto, conoceremos su infancia y adolescencia, así como el resto de personajes que las acompañarán y el barrio donde crecerán.

Me costó un poco entrar en la historia, pero llegó un momento en el que, sin darme cuenta, ya no pude parar de leer o pensar en otra cosa. Resulta apasionante la cotidianidad de sus vidas, las tensiones y cotilleos del barrio, el contexto social y político, etc. De hecho, podríamos decir que la ambientación se convierte en un personaje en sí mismo. 

La amiga estupenda se ha convertido en uno de esos libros que ahora voy recomendando a tort i a dret, como diríamos en catalán. Si aún no habéis leído a Ferrante, hacedlo, por favor. Por mi parte, espero poder hacerme con el segundo libro (Un mal nombre) muy, muy pronto. 


Mientras esperamos la segunda parte de mis lecturas de 2017, contadme: ¿habéis leído alguno de estos libros? ¿Qué os pareció?